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Cuando a principios de año empecé a seguir las elecciones americanas con los primeros caucus y primarias, la cosa tenía su gracia. Pero en las últimas semanas las cosas ya han llegado al punto de resultar un coñazo infinito. Los dos candidatos no hacen más que repetir lo mismo una y otra vez, como un mantra budista para cristianos que van por ahí pidiendo bendiciones. McCain diciendo que el va a bajar los impuestos, no como su "oponente", y a disminuir el tamaño del gobierno. Obama, el candidato del establishment, diciendo que él repesenta el cambio, cuando se comporta como un político de la peor calaña, diciendo lo que la gente quiere oír y utilizando hasta a sus niñas pequeñas para aparecer como un padre de familia. Todo por la silla.\n\nGane quien gane, pese a quien pese, las cosas no van a cambiar demasiado. Lo que a los extranjeros nos interesa, la política exterior, seguirá igual. Obama empezó prometiendo una rápida retirada de Iraq, pero aquello eran las primarias. Ahora su postura cada vez está más cerca de lo que el mismo Bush está negociando con el gobierno iraquí. Si sale elegido hará lo que tenga que hacer, entre otras cosas sacar tropas de un sitio para meterlas en otro, la situación en Afganistán empeora día a día. McCain hará más o menos lo mismo. La política exterior volverá a lo que solía ser, lo que hacían tanto Bush padre como Clinton. \n\nEl único problema puede venir de que no se cumplan los vaticinios y gane el héroe de guerra. A los mercados no les gustan las sorpresas e igual tardaban en digerirlo. Además mucha gente está ilusionada, como si llegara el nuevo Kennedy. Espero que no se encuentren con una nueva Bahía de Cochinos.\n
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