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La semana pasada el senado del estado de Georgia propuso mover la frontera con Tennesse 1,1 millas al Norte. Esta frontera fue establecida en 1796 por el Congreso de los Estados Unidos siguiendo el paralelo 35. Una medida clara. Pero los medios técnicos en el siglo XIX no eran como ahora. Cuando en 1818 el matemático James Camak plantó el mojón que marca oficialmente la frontera lo hizo mal. Exactamente se equivocó en algo más de una milla. Parece que él mismo sabía que su medida no era del todo exacta: sus tablas astronómicas no eran demasiado buenas y su sextante no era el adecuado. Pero la frontera quedó establecida y, pese a algunos intentos por parte de Georgia para restablecer la frontera exacta y recuperar parte de su territorio, así sigue hasta ahora. \n\nAhora Georgia ha resucitado la vieja polémica. Algunos se lo toman a broma, pero la razón es muy seria. Para ver por qué nada mejor que una imagen aérea:\n
 Como se puede ver en la escala de abajo, si movemos la frontera una milla hacia arriba, parte de ese embalse que se ve en el río Tennessee estaría en territorio de Georgia. Por tanto, el estado tendría derecho a disponer de sus aguas para paliar la sequía del estado y, en especial, para abastecer el área metropolitana de Atlanta. La medida también afectaría a muchos ciudadanos que ahora viven en Tennessee y que pasarían a hacerlo en Georgia, en especial en Chattanooga, esa ciudad con fantástico nombre que está cerca de la frontera entre los estados.\n\nComo en todas partes, es difícil pensar que los estados vayan a llegar a un acuerdo cuando hay agua de por medio. Si la cosa sigue su curso y pasa a mayores, probablemente llegue al Tribunal Supremo, que tendrá que decidir. No será él único caso. Ahora mismo está sin resolverse un conflicto entre las dos Carolinas por el agua del río Catawba.\n\nFuente: The Atlanta Journal-Constitution (en inglés).
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