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He estado una semana de viaje, aunque no creo que este viaje justifique una entrada en el blog. El caso es que después de estar siguiendo la campaña electoral me perdí la noche de las elecciones, estaba pasando un rato atrapado en un aeropuerto cualquiera de EEUU. Gracias a la generosidad de un amigo y la tarifa plana de datos del iPhone me enteré de lo que había pasado. Quizá las circunstancias hicieron que me distanciara de lo que había pasado. El no leer más que los resultados desnudos y no escuchar la radio ayuda. Una vez de vuelta parece que todo sigue igual. Los políticos siguen haciendo de políticos, los periodistas de transcriptores de despachos de agencia, los demás de supervivientes. Estados Unidos sigue avanzando hacia su anunciada crisis, dando ayuditas a los pobres bancos. China sigue haciendo lo que le da la gana, que para eso es una superpotencia. Alemania sigue sintiéndose heredera de Hitler, que siempre habrá alguien que se lo recuerde. Francia sigue con su crisis de identidad, sin saber si va o viene. Cualquiera de esas cosas hubiera merecido una entrada intrascendente en este blog, pero a la vuelta me ha atrapado el tedio y escribir se hace difícil. Supongo que es una de esas épocas en las que parece que nada ha cambiado nunca. Al fin y al cabo hace 2000 años ya se celebraba la Pascua (judía). Seguimos igual.\n
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