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 Seguimos trabajando en la cubierta del barco... y en mis horas de pinturas tengo tiempo para pensar.\nFilosofo conmigo -y con vosotros- a raíz de la más tonta de las evidencias.\nEsta es la foto de la escotilla de entrada del barco. El estado original es el de la parte superior. La parte baja está a mitad de camino del que será su estado después de recibir UN POQUITO DE AMOR.\nDeteriorada por el paso del tiempo sin atenciones, a la intemperie, la madera había perdido su belleza e incluso su textura.\nHemos necesitado limpiar con un disolvente fuerte para eliminar los restos del anterior barniz. Después un serio proceso de lijado para dejar la textura uniforme.\nCon la puerta "en carne viva" hemos iniciado el tratamiento para revivirla. Capa tras capa de un aceite con color hasta que cada poro se ha sentido pleno y dispuesto a brillar.\nDespués hasta seis capas de buen barniz para preservar el corazón, que pese a su nuevo aspecto, sigue siendo frágil al trato con el viento y la lluvia.\n \nCreo que a veces yo me he sentido puerta. Y alguien llegó y no dudó en quitar los barnices anteriores, con cuidado, con cariño, pero con constancia y con decisión.\nDespués sentí como los aceites con que me cubría me hacían recuperar lo que había sido mi esencia y de algún modo había desaparecido.\nHoy siento que ese alguien es el barniz que me protege y me deja mostrarme lo linda que soy.\n... y así, pintando, pintando, voy descubriendo cosas de mí misma que sin tiempo para pensar me habría perdido. Y eso me hace feliz.\n \nHoy esta puerta es el símbolo de nuestro trabajo. Verla es ver como quedará el barco tras el trabajo de restauración y saber que todo está valiendo la pena.\n
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