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He estado unos días ausente porque ha sido todo una carrera conseguir pasar a la siguiente etapa de nuestro sueño: llevar el barco al agua.\n\n\n\nHace algo algo más de diez días acordamos con la grúa del puerto el día que el Alea -POR FIN- volvería a dejarse acariciar por el agua salada... a partir de ese instante todo fue una carrera -y no precisamente de fondo- para que los mil detalles que había que hacer "en seco" estuvieran acabados cuando llegara el gran día.\n\n\n\nEl mayor -y más resultón de los trabajos- era el de pintar el barco.\n\n\n\n¿color???? finalmente naranja.\n\n\n\nLa historia es un poco larga, pero como estoy contenta y hace días que no escribo aquí (y desde mi otro blog - www.sailingalea.blogspot.es - me lo han recordado con razón) pues os lo voy a contar.\n\n\n\nHace tiempo leímos en alguna revista náutica una reseña sobre un libro de una familia que había sobrevivido tras pasar bastantes días a la deriva. Para darle una sorpresa a Johan, entré en Amazón.com para conseguirle el libro. Esta librería virtual, cuando pones en tu cesta un libro, te sugiere otros títulos de temática similar. En este caso yo entendí que me animaba a comprar otros libros de viajes en velero... Mi escaso -por no decir casi nulo inglés- no alcanzó a entender los títulos y ni me esforcé en ver las reseñas: puse cinco ejemplares en mi carrito de la compra y le dí al intro.\n\n\n\nUnos días más tarde, Johan recibió cinco libros sobre los naufrágios y otras desgracias a vela... ¡qué alentadora propuesta de lectura!!!!!!!!!!\n\n\n\nComo de todo se aprende, me comentó que salvamento marítimo se quejaba de que un barco blanco en una mar revuelta era imposible de ver (el blanco del barco se confunde con el blanco de la espuma de las olas) y yo propuse pintar el barco naranja como medida de seguridad. Ni por ser el color de Holanda, ni por las naranjas de Valencia...\n\n\n\nLa idea quedó ahí y fue tomando cuerpo y cuando tuvimos la carta ral de colores en la mano, fuimos directamente a esa gama!!!\n\n\n\nLlegó el día de pintar. NARANJA\n\n\n\n\n\n\n
 \n\n\nEl proceso de pintura ha tenido sus dificultades (bastantes, pero los temas más técnicos los dejo para el otro blog, allí encontraréis todo eso, aquí me encontráis a mí  ) pero un final feliz.\n\n\n\nEstando el barco ya totalmente naranja faltaba hacer un par de líneas blancas decorativas. Al pintar a pistola era necesario "empaquetar" todo el casco salvo los pequeños trozos a "blanquear" para no manchar.\n\n\n\n\n\n \n\nAsí pintamos las rayas... dejamos pasar dos horas para el secado de la pintura... a dos manos empezamos a quitar el papel como quien desenvuelve el regalo más importante de su vida... detrás del papel apareció la nueva Alea, la pelirroja de los mares, nuestro velero... y me quedé paralizada... y empecé a llorar.\n\n\n \n\n\nHa sido uno de los momentos más emocionantes de mi vida. \n\n\n\nAbrazada a Johan, un buen rato, en silencio, contemplando el fruto de tanto trabajo, me sentí plenamente feliz.\n\n\n\nMuchas veces me pregunto qué es la felicidad, dónde está, si es un estado permanente o un flash...\n\n\n\nAhí, quieta como una tonta, mirando el barco, fui tremendamente feliz. Disfruté de esa felicidad que es apenas un pellizco, un momento, sin duda un milagro...\n\n\n\n\n Todavía no sé bien cómo explicarlo. Pero sé que fue mágico. Sé que quiero seguir buscando momentos como ese, que dan sentido al largo camino recorrido y que no son sino un punto de partida a un camino que queda por recorrer, porque la vida siempre es lo que hay por delante.\n\n\nEn el Alea, los interiores siguen necesitando horas de trabajo, aun faltan un par de meses antes de que dejemos ir las amarras, pero podemos decir que hemos tachado otra etapa del camino.\n\n \n\n \n\n\nPd. Ayer echamos el barco al agua, en un par de días pongo fotos. \n\n \n\n Fue emocionante pero no lloré tal y como había visualizado miles de veces al fantasear con ese momento. Fui feliz pero, contrariamente a lo que había imaginado durante meses, sin la magia del instante que hoy comparto con vosotros, lo que viene a demostrar que la felicidad no se planifica, simplemente hay que estar preparado y dispuesto a recibirla cuando aparezca, en el momento más inesperado, en el rincón menos pensado.\n\n\n\nBesos felices \n\n\n\n\n\n\n\n
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