PropertyValue
opmo:account
is sioc:container_of of
sioc:content
  • La llegada a Cuba debe de ser una de las postales más lindas desde el aire. El vuelvo fue tranquilo desde la Ciudad de Panamá, lo que me permite disfrutar de la vista aérea del mar caribe mientras descendemos. \n\n

    \n\n

    \n\n

    La Isla de Cuba tiene poco más de mil kilómetros de largo y es destino de miles de turistas al año. Cientos de miles como yo, que recién están aprendiendo de esta experiencia. Es así como una vez en tierra, y arriba del bus que me traslada al hotel en el centro de la ciudad, recibo las primeras lecciones del día a día en este país. El cubano que me acompaña en el transporte explica que en esta época del año, suele llover en las tardes, de manera breve, y luego despeja. Algo así como un repentino y acelerado escape al calor.\n\n

    \n\nLa siguiente advertencia no se hace esperar. Como siempre los blancos de estafadores son principalmente turistas despistados que se confían muchas veces de la labia de señores bien vestidos que intentan vender la pomada. Esa es otra de las advertencias que recibo el primer día en la isla: ciertos personajes se hacen pasar por personas ligadas al hotel o agencia correspondiente, los cuales ofrecen información acerca de la estadía en La Habana. Al mostrase confiables, los turistas caen en la trampa y entregan información valiosa a esta gente, quienes luego te citan fuera del lugar de hospedaje para finalmente obtener dinero fácil y luego desaparecer para siempre. En eso quiero ser claro, la información y las personas que la entregan siempre lo harán dentro del propio hotel, y jamás en el café de la esquina.\n\n

    \n\nCuba, que fue descubierta en 1492 con la llegada de los españoles, es un lugar seguro. Lo sentí desde el primer momento. La delincuencia se castiga severamente y la gente prefiere vivir en paz, en armonía, y el turista, saben, es fundamental para el desarrollo de la isla.\n\n

    \n\nPor la tarde, una caminata por el Malecón que recompone del largo viaje, una visita al centro de La Habana y El Capitolio y una buena comida en el restaurante Los Nardos, al frente de este imponente edificio. Claro, es imposible desentenderse de la popularidad de La Bodeguita del Medio, y de las voces que se repiten una y otra vez recomendando ese lugar como visita indiscutida. La verdad, no me interesan las multitudes turísticas, y Los Nardos apareció como una mejor opción para estar más cerca de la realidad aquí en Cuba. Un lugar un tanto oscuro por dentro, pero acogedor y, lo más importante, se come bien allí. Así concluye un largo pero interesante primer día a bordo de un avión y con los pies firmes en la tierra cubana.\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n

sioc:created_at
  • 2009-08-19 00:09:32
is sioc:creator_of of
is opmo:effect of
sioc:has_container
sioc:has_creator
sioc:has_reply
opmo:pname
  • http://lacomunidad.elpais.com/sebastian-trotamundos/2009/8/19/la-habana-y-algunas-advertencias-llegada (xsd:anyURI)
sioc:title
  • La Habana y Algunas Advertencias de Llegada
rdf:type

Metadata

Anon_0  
expand all