\n
Cuando compré con 16 años '
Smell of Female ', de
The Cramps , me dio un vuelco al corazón. Era el sonido que andaba buscando para mandar mi vida anterior al carajo. Lux Interior y Poison Ivy personificaban el mal, el sonido salvaje del rock and roll, la puerta abierta a subestilos como elsixties punk, el garage, el frat, a los Sonics, el rockabilly subnormaloide de Hasil Adkins,
Russ Meyer y una
iconografía 50s tan alucinante por aquella época. Pese a que con los años, el público los considere una parodia a mí no dejan de gustarme por todo lo que significaron a esa edad. Todos sus álbumes desde 1980 a 1990 son imprescindibles: desde el debut '
Songs the Lord Taught Us ' a '
Stay Sick! ' .\n
\n
\nEso sí, la mayor experiencia Cramps es verlos en directo: yo tuve la suerte de acudir a una gira que recaló un domingo de invierno en San Sebastián a principios de los 90 en el palacio de deportes de al lado del velódromo. Mientras Lux interior aullaba como un perro vestido con bragas de látez negro, la seductora Posion Ivy, hierática, nos miraba con desprecio mientras rasgaba impasible su guitarra Gretsch de caja. Nada ha superado ese momento en todo mi vida asistiendo a conciertos.\n
\n
![[This page as RDF]](http://webenemasuno.linkeddata.es/static/rdf-icon.gif){kind=icon}