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  • Acabo de regresar de Roma, tras una escapada de pocos días que ha incluído una visita fugaz a Nápoles, posiblemente la ciudad más española de Italia. Y no lo digo por ese estado de abandono secular que presenta, ni por el gentío bullicioso y desordenado que llena sus caóticas calles, ni por la suciedad que se te pega a las suelas y a los ojos. Duele ver tanto edificio nacido hermoso oculto por una gorda capa de polvo y vestidos a retales de desconchones. \n\nDigo que Nápoles no olvida a España. La etapa de dominio borbónico, cuando el virrey hispano estaba allí instalado, sigue recordándose con nostalgia como el momento de mayor esplendor de la ciudad. Y la verdad, parece que desde entonces nadie ha vuelto a dar una capa de pintura a las fachadas. He tenido la oportunidad de asistir a la cumbre italoespañola, el vertice que dicen ellos, celebrado en el castel dell ovo, el castillo del huevo, una magnífica fortaleza pétrea, antigua residencia imperial, que se introduce en el mar del golfo más hermoso que he visto hasta el momento. \n\nNápoles se desparrama sobre el mar, alargándose sobre la orilla, con el Vesubio como fondo escénico. Es una ciudad viva, donde todo el mundo conduce veloz, en moto sin casco, en coche fumando y hablando por el teléfono, aplicando la máxima italiana de no ceder el paso nunca. "El que llega primero pasa", deberían decir las señales, y que retiren los inútiles stop. Las calles de la zona histórica estaban a reventar. Tenderetes con productos navideños achican el paso. Parece que paseas por una medina árabe llena de italianos. Hay que vigilar continuamente los bolsos, y estar pendientes de la chiquillería que te rodea, y la que circula en motillos. \n\nImprescindible probar la vera pizza napolitana, aquí nació. Los restaurantes que la siguen cocinando al modo tradicional, con horno de leña y los ingredientes adecuados, lucen un cartel en la fachada que informa al viajero. Merece la pena.\n\nDificilmente verán un mafioso de la camorra...bueno, dificilmente lo reconocerán, porque haberlos...jueguen a imaginar a qué se dedica ese señor moreno con bigote y gafas oscuras que pasa lentamente en su coche de cristales tintados...y esos tres que comen en la mesa del rincón del restaurante Mimí, entre fotos de famosos colgadas en las paredes, sobre el mantel de cuadritos rojiblancos, que hablan bajito y miran a la puerta de vez en cuando...\n\nLos belenes napolitanos son los mejores. Las expresiones jocosas de sus personajes, la riqueza del detalle en la vestimenta y los accesorios, la profusión de colores y acciones de los personajes. Una gozada.\n\nY por supuesto no perderse una visita a la capilla de San Severo, una explosión barroca en marmol, y un café expresso, el mejor café, a la napolitana, en taza muy caliente, al lado de una foto de San Diego...Maradona, el otro patrón de la ciudad, junto a San Genaro.\n\nPor circunstancias profesionales me he alojado en el Grand hotel Santa Lucía, un 5 estrellas frente al castillo del Huevo, con vistas al Vesubio. Me he quedado sin ver Pompeya, ni la isla de Capri, ni tantas cosas que quedan pendientes para el regreso.\n\n\n\n
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  • 2007-12-10 11:18:01
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