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Uno de mis grandes descubrimientos, en lo que a ciudades se refiere, ha sido Lisboa. Al contrario que Barcelona, nadie me había hablado de la ciudad, incluso, recuerdo, que sólo una persona me advirtió antes de ir que tuviera mucho cuidado con la gente que estaba en la calle pidiendo porque me iban a acosar. Para empezar partía con un menos uno.\n Tengo que decir que iba con unos amigos que me habían invitado y que la estancia en la ciudad fue de tres días, pero bastó para que me contaminara con ese aire romantico, ya trasnochado en muchas ciudades pero que en Lisboa hace efecto, y por la melancolía de las fachadas a media tarde.\n Al contrario de lo que ésta amiga en concreto me había prevenido, no era tanta la gente que te pide dinero, y al contrario que en muchas ciudades, si les dices que no , no se ponen muy pesados.Lo que si hay en el centro de Lisboa es una cantida asombrosa de gente que, como te vean cara de turista con el suplemento de joven, te haran muchas ofertas en relación al mercado de psicotrópicos y drogas relacionadas. En un trayecto de diez minutos caminando, para ir a cenar, nos ofertaron cinco o seis personas la venta de una variedad de productos. Nos asombró tanto, que llegamos a pensar que muchos eran policías secreta para detener a turístas como nosotros, que infringíamos la ley.Que conste que no compramos nada.\nQuitando ésto la ciudad es muy segura. Un ejemplo, una noche, para dejar que mis amigos tuvieran una noche romántica, me decidí a salir sólo por la ciudad. Me fui al rededor de las diez de la noche y no volví a casa hasta las cuatro de la mañana. En todo ese tramo de horas, la inseguridad fue cero.\nPrimero me fui a comer a una amburguesa(dónde todos sabemos) y después me fui caminando hasta el Barrio Alto. Pregunté por la calle más popular del barrio, en cuanto a bares se refiere, y allí me planté, en un bar de modernos que daba buen rollo.Y fue efectivo, conocí o me conocieron, unos chicos que eran franceses y continué de bares con ellos, alguno d elos cuales eran...vamos a decir, sórdidos, pero con encanto.Al regresar al hotel, que puede ser una de las horas más críticas en cualquier ciudad,porque los bares están cerrando y la gente intenta quitarse la borrachera como puede tampoco sentí ningún síntoma de inseguridad o de miedo.La gente iba a su"rollo".\n Lo mejor, el Barrio Alto con sus calles estrechas, tiendas de última moda, locales con muy buen rollo, gente curiosa...simplemente pasear por esa zona un día de verano es una gozada. Pero ante todo la gente. Como suelo decir a mis amigos cuando hablo sobre mi viaje a Portugal: "Te dan ganas de traértelos todos para casa".\nP.D..Si vais a cenar fuera, sabed que las cocinas de los restaurantes cierran a las 10/ 10,30,no como en España.<
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