No es fácil dedicar unas palabras a los lugares evidentemente bellos, aquellos que por su historia, su naturaleza y su realidad presente han sido consagrados por la tradición, los intereses del turismo y las ansias de cualquiera por tener espacios y tiempos de referencia, como lugares ineludibles para quien desee conocer el mundo y sus maravillas.\n\n
Un ejemplo europeo de lugares de ese estilo es Praga, la ciudad en que la belleza natural y la artificial han sabido convivir hasta dejar depositado en la tierra algo más que un cúmulo de calles junto a un río, algo parecido a un fenómeno irrepetible aderezado por una historia llena del lujo de la dureza y de la miseria del paso del tiempo. Pero a esa joya me referiré otro día. Hoy voy a viajar a miles de kilómetros de ella para situarme en el corazón de otra madreperla que, a gran altura, adorna la inconmensurable belleza de América.\n\n
Qosqo, así, en quechua (Cuzco en la tradición española) es ese lugar hasta el que quiero acercarme en las alturas andinas. A lo lejos es una tremenda acumulación de casas en un valle entre peladas montañas, pero si uno se acerca hasta ella reserva sorpresa tras sorpresa en su acumulación de antiguas civilizaciones y en su actualidad amable y cuidada.\n\n
En Qosqo (el centro del mundo, el ombligo de la civilización) la cal extranjera se sobrepuso a la piedra originaria hace siglos. El resultado fue violento y terrible, pero ha pasado tanto tiempo desde entonces, tanta destrucción y construcción, que la descendencia de la injusticia allí perpetrada es un lugar cuya belleza es insustituible, cuya mezcla de vida extraña con vida autóctona modificada por el fluir del tiempo natural y del tiempo humano es única y llevadera.\n\n
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Tan difícil me resulta describir un lugar así que dejo paso a las imágenes para intentar que hablen por sí mismas.\n\n
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Cada rincón es un mundo de vida y belleza.\n\n
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Cada tradición asalta los sentidos y apela a posibilidades impensadas.\n\n
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Cada persona sencilla y densa es el paralelo de la bondad que la ha mantenido viva hasta hoy a pesar del colonialismo.\n\n
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Cada templo colonizador y colonizado recuerda y actualiza la violencia y el desarrollo.\n\n
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Cada piedra y cada ventana ocultan y muestran la realidad humana. La dignidad de conocer el pasado y enfrentarse al futuro.\n\n
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