Lo reconozco. Soy fácilmente impresionable. Vamos, sin eufemismos y directa al grano: una llorona de campeonato. Todo lo que sea mínimamente humano me afloja el lacrimal. Y ojo, que muy pocas veces es de pena. Al contrario: más bien de alegría. Con el telediario, por la calle, ante un gesto de ternura o solidaridad. Cuando abro mi caja de los recuerdos o en los viajes cuando llego a un sitio que he deseado pisar desde hace años. O con las historias de reencuentros llenos de felices coincidencias. O las de superación personal. \n\nMi última llantera ha sido culpa de Matt Harding, el tío ese que va bailando por el mundo. Bailar, bailar y bailar. Sin importarle quién eres, qué tienes, de dónde vienes o de qué vas. Y en cualquier lugar: delante de los monumentos más famosos o en los parajes más inhóspitos de la Tierra, colgado de una montaña mortal o bajo el mar. Le da igual hacer el ridículo donde sea para romper el hielo global. Para los que no lo conozcan, es un australiano que se ha recorrido literalmente el planeta y ha puesto a bailar a más de medio mundo con él. El baile del buen rollo, de la buena onda, del 'good feeling'. \n\nComo pasa con las mejores ideas, todo empezó por una tontería. Matt deja su trabajo en Australia y se va a recorrer Asia hasta que se le acabe el dinero. Por hacer algo divertido y distraer a la rutina. En Hanoi un amigo le dice que baile para grabarlo. Baila tan mal que empieza la broma. Y la broma ha seguido hasta convertirlo en una de las personas más peculiares del globo. Prueba de ello es que acaba de dar una conferencia en California con Bill Gates y Al Gore entre su público. \n\nCreó una web para que su familia supiera por dónde andaba: Where's the hell is Matt -dónde demonios está Matt-. Ahí informa ahora de sus recorridos, de cómo lo han recibido en cada uno de los países que visita. En el primer 'making video' iba por libre y bailaba solo. Recibió muchos mails y decidió hacer un formulario en su web para concertar citas colectivas a su paso por los distintos países. Y todo fue a más. En su último video de 2008 fueron 14 meses de ruta y 42 países. En Madrid tuvo una bienvenida multitudinaria en la Plaza Mayor. Ahora tiene 'amigos' de peso que lo patrocinan para seguir contagiando al mundo de su buen humor. Porque el poder de una sonrisa -o de un baile- no conoce fronteras ni límites. Tampoco entiende de idiomas.\n\n\n \n\nAlgunas tomas falsas que nunca incluyó.\n\n\n \n\nY una conferencia en la que explica que su fórmula de éxito fue básicamente: él, el mundo y youtube. El resto lo hizo la Humanidad.\n\n \n\nYo de mayor quiero ser como él :)\n\n\n
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