LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_UNDOS333_2007_11_15_JULIAN-SANZ-GARCIA-SEGUIR-SEGUIR-SIEMPRE-

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Por esas cosas del azar me despierto una mañana y, mientras me estoy tomando un café, en un intento desesperado de que mi entumecido cuerpo asimile que nos vamos de nuevo a montar en bicicleta, enciendo el televisor, y en la pantalla aparece un hombre solo, por una carretera, sobre una bicicleta.\n\n\n\n

Están hablando de ultrafondo en bicicleta. Subo el volumen, me olvido del café y me concentro en lo que dice el periodista.\n\n

Cuenta la historia de Julián Sanz García www.juliansanz.com.es\n\n

Julián es un ciclista especializado en… ¿cómo lo llamaría yo?: ultrafondo, ciclismo extremo, ultraciclismo, ciclismo de larga distancia… No sé: desconozco todo sobre este deporte pero me fascina.\n\n

Al día siguiente busco información sobre él y me encuentro lo que ya me esperaba: Julián, con esa sencillez que caracteriza a los que practican deportes minoritarios, esos héroes anónimos, desconocidos, que realizan gestas de las que no se entera apenas nadie, con una pasión y una tenacidad a toda prueba, vive una vida sobre su bicicleta.\n\n

Este hombre tan especial se ha proclamado vencedor de una prueba para gente especial, muy especial: Le Tour Ultime www.letourultime.com \n\n

Ganar Le Tour Ultime es “fácil »: lo único que hay que hacer es subirse en una bicicleta y hacerse cuatro mil ciento ochenta kilómetros (4180 Km). Es una carrera de las que llaman “non stop”: cuanto menos paras, cuantos más kilómetros haces cada día, más posibilidades tienes de ganar. Así, sales de Holanda, le das la vuelta a Francia, atraviesas los Alpes y los Pirineos por sus puertos más duros, superas el frío y el calor, el cansancio y el sueño, y regresas a Holanda. Pasas el tiempo que sea necesario durmiendo una hora o dos al día, o tal vez sólo diez minutos –depende de cómo esté tu situación en la carrera- y un día, medio dormido, te paras y comprendes que has acabado la carrera. Te confirman que has llegado el primero y ya está: has ganado.\n\n

¿Porqué se dedicará tan poca gente a esto?\n\n

Julián lo hizo en once días, diecisiete horas y veintisiete minutos (11 días, 17 horas, 27 minutos), pongo los datos también en números porque probablemente a muchos les dé por calcular y la cifra les sonará algo chocante.\n\n

Lo único que puedo decir al leer su historia es que a mí me encanta este tipo de gente. Gente, como Julián, que viven su pasión y entrenan cada día y luego, destrozados, se van a su trabajo. Gente normal que, sin saberlo, con toda la humildad del mundo, hacen algo que es mucho más complejo que dominar un cuerpo o practicar un deporte muy exigente. Este tipo de gente lleva su mente a límites que los demás mortales nunca podremos conocer, demuestran ese infinito poder de adaptación del ser humano que le hace conseguir cualquier desafío que se proponga. ¿Hacer El Camino de Santiago en veinticuatro horas? ¡Pues venga, vamos! Y lo hizo en veintiocho, ¡vaya por dios! –ese maldito viento en contra-, pero parece que se divirtió y que, como entrenamiento, tampoco le fue mal del todo. No hay problema, cuando tenga un momento vuelve, lo repite y si no hay viento le sobrará tiempo para admirar el paisaje.\n\n

Me pregunto si Julián, este hombre joven, de apariencia sencilla y amable, será consciente, en algún momento de esas horas de soledad sobre su bicicleta, que está cambiando el mundo, porque cada vez que un ser humano, de un modo u otro, hace que retrocedan los límites de lo imposible, los límites del cuerpo y de la mente, transforma el mundo, nos cambia y nos hace mejores a todos los demás.\n\n

Julián probablemente no sepa la importancia de su gesto, probablemente ahora, en este momento de su vida, esté demasiado concentrado en entrenar, en llegar más lejos, en conseguir dominar mejor el sueño y el cansancio, pero en ese proceso, sin darse cuenta, se está convirtiéndo en un símbolo para la gente y dando sentido a todo aquello que no se puede razonar. Muchos no entenderán porqué, pero otros muchos comprenderán la esencia de su filosofía y se lanzarán a vivir sus vidas de un modo intenso y diferente.\n\n

Esta mañana, mientras ruedo sobre mi bicicleta, estoy contento. El espíritu de Julián rueda conmigo y le deseo lo mejor: que consiga su sueño, y encuentre un buen patrocinador que le permita participar en su carrera; la Race Across America.\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n