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  • Antes de despegar de viaje a..., sigo narrando las casas. Casas y lugares que fueron mis primeros viajes apasionantes en la infancia. \n\n

    Otras de estas casas fueron algunas casas de pueblos del interior de la región.\n\n

    Mis tíos eran médicos rurales y los iban destinando por diferentes lugares apartados y montañosos. Los visitábamos algunos fines de semana de invierno, y cómo no, a mí me tocaba pasar voluntaria e involuntariamente algunas semanas de verano.\n\n

    Estas casas eran viejas, enormes, austeras y frías, con los pocos muebles que iban en el lote junto con la casa por la que tantos médicos habían pasado. Eran casas llenas de escalinatas, buhardillas, sótanos, corrales y con una única estufa en el salón. Creo que fue allí donde vi el rocío de la mañana por primera vez. Una mañana helada nos asomamos a las ventanas cubiertas de escarcha y vaho a contemplar todo el campo húmedo que se extendía envueltos en mantas. \n\n

    Me recuerdo paseando de madrugada por las calles oscuras, empedradas y frías junto a mi tía para ir por leche recién ordeñada, que a mi tío le encantaba tomar hervida con una gruesa capa de nata que bebía y relamía delante de los ojos de mi hermana y míos que le mirábamos con cara de angustia ante su sonrisa burlona. \n\n

    Recuerdo cuando los llamaban a altas horas de la noche y teníamos que salir en un destartalado todoterreno por carreteras oscuras y frondosas para entablillar la pierna de un anciano del pueblo de al lado que aquella noche descansó después de un dolor intenso. \n\n

    No eran solo médicos. Por lo que contaban en las comidas y cenas, muchas veces acompañados de amigos y compañeros del pueblo, eran educadores de madres y niñas, y participaban activamente en los problemas y política de aquellas pequeñas comunidades. \n\n

    Recuerdo el trabajo que tenían en verano, pues a mi tía la destinaban a aldeas a las que tenía que ir sola, y yo la acompañaba. Dormíamos en otra casa de pueblo en colchones sobre el suelo de un amplio salón, y de buena mañana, siguiendo una senda que comunicaba esta aldea con la aldea vecina, hacíamos una pequeña excursión hasta el otro pueblo donde debía pasar visita, entre pinos y matorrales, cargadas con el maletín que a mí me parecía como los de juguete, pero más pesado. Mientras tanto, jugaba en una calle llena de barro a correr de punta a punta o también me metía en la consulta a escuchar a los pacientes. \n\n

    La vuelta, bajo el sol abrasador, parando para aprovechar reducidas sombras que albergaban de vez en cuando los árboles, escuchando el sonido de los grillos, era una delicia. Y cuando avistábamos el pueblo, la alegría subía el tono de nuestra voz en las conversaciones. \n\n

    Recuerdo, cuando ya se establecieron en uno de los pueblos, una casa más moderna que se compraron. En el patio, colmenas, corrales y huerta propia circundaba toda la casa. Mi tío elaboraba casi todos los productos que comíamos. \n\n

    Yo jugaba con los niños del pueblo cuando no se me comía la lengua el gato. \n\n

    Recuerdo en especial a una niña querida y dicharachera, con todo el cabello lleno de rizos, bien querida por mis tíos, que me llevaba a danzar por todo el pueblo, por el río, la plaza, por la chopera, y estaba emocionada con su nueva amiga de la ciudad, sobrina de sus queridos y peculiares amigos los médicos. Y así me presentaba ante todos. Cosa que creo que le decía que evitase, pero lo pasé muy bien con ella. Si no recuerdo mal, fuimos amigas durante dos veranos. El última año, ya estábamos cambiadas. Quizá ella más. \n\n

    Recuerdo también en una de las aldeas, ya un poco más mayor, el último día antes de marcharme, estar correteando y charlando con una pandilla de niños con los que me había negado a jugar durante diez días, pues no me despegaba de mi tía con la que charlaba y charlaba, e iba allá donde ella iba. Aquel último día, corrimos bajo la lluvia y la tormenta durante la noche, y nos despedimos como si hubiésemos pasado todo el verano juntos. \n\n

    También recuerdo sobre los dieciséis años visitar a mis tíos de motu propio. Me subí a un autobús y me fui a pasar unos días de verano con ellos porque lo necesitaba. Durante el trayecto, una chica de treinta y tantos que estaba sentada a mi lado se me puso a hablar. Conversamos todo el trayecto. No recuerdo exactamente qué es de lo que hablamos. Sólo sé que estaba algo triste por problemas personales. Hablamos, nos reímos y nos escuchamos todo el trayecto recorriendo montañas frondosas y estrechas carreteras con curvas. Y nos despedimos como si no hubiera diferencia de edad. \n\n

    Aquellos años en los que pude disfrutar de diversos pueblos y hermosas casas de pueblo que olían a ganado, corrales, vegetación y rocío, fueron sensaciones e ideales que jamás olvidaré. \n\n

    Si no recuerdo mal, hubo un incendio que arrasó toda aquel paraje. Ahora se debe estar repoblando. \n\nEn este momento, aunque mis tíos ya no se dediquen a ser médicos rurales por sus propias cuestiones personales, siguen teniendo corrales y huertas. Siguen siendo ellos mismos, e incluso, posiblemente mejor, por nuevos aspectos de la vida. \n\n

    Mafalda, un cómic que leía y devoraba desde mi infancia en casa de mis tíos, me fue regalado un enorme tomo a los dieciséis años. Sin cintas, ni papel de envoltorio. Era el libro que mi tío, a través de sus pequeños cómics, siempre me dejaba leer en su casa. Aquel “Diez años con Mafalda” que tanto leía y releía años y años después, fue mi regalo a los dieciséis. \n\n

    Un pin de Mafalda y un nuevo tomo de "Todo Mafalda" me fue regalado con todo el cariño por otras dos personas bien queridas em mi juventud e inicio de madurez. \n\n\n\n\n\n\n \n\n\n\n \n\n

    Mafalda, un cómic que leía y devoraba desde mi infancia en casa de mis tíos, me fue regalado un enorme tomo a los dieciséis años. Sin cintas, ni papel de envoltorio. Era el libro que mi tío, a través de sus pequeños cómics, siempre me dejaba leer en su casa. Aquel “Diez años con Mafalda” que tanto leía y releía años y años después, fue mi regalo a los dieciséis. \n\n

    Un pin de Mafalda y un nuevo tomo de "Todo Mafalda" me fue regalado con todo el cariño por otras dos personas bien queridas em mi juventud e inicio de madurez. \n\n \n\n\n\n\n

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  • 2010-03-30 22:30:45
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  • De mi barrio a... (3)
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