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-Has visto la nota que ha salido hoy en el País?-me dijo Ismael.\n\nÉl y yo tenemos la costumbre de leer las noticias de este períodico en su versión web desde hace un par de años.\n\nMe dice:-Checa la noticia "si quieres evitar una agresión sexual, no uses ropa provocativa" dicho por la Archidiósesis de México (noticia publicada el 13 de agosto en este períodico).\n\nLe pedí que siguiera leyéndola y le dije: -me recuerda lo que me decían en el colegio-. Después de esto siguieron las risas.\n\nEn efecto, este y otro tipo de indicaciones se nos daban en el colegio para señoritas en el que estudie, el cual esta bajo las enseñanzas del Opus Dei, en donde día a día nos repetían que estabamos ahí para aprender a ser unas perfectas amas de casa y buscar la santidad por medio de todos nuestros quehaceres.\n\nPor lo tanto, el uso de ropa provocativa no era el proceder de una señorita decente que se daba a respetar, algo que tampoco debíamos de no olvidar era que el hombre llegaba hasta donde la mujer quiere, es más hasta debiamos de cuidar nuestra manera de vestir el uniforme y de andar por los pasillos del colegio para no provocar malos pensamientos en los pocos jardineros y mozos que trabajaban ahí. Las diferencias sociales las hacían notar, ya que por ejemplo, las empleadas al servicio de las residencias en donde vivían para eso estaban, para servirles, esa era su misión en la vida para santificarse. La ironía es que la humildad es una de las bases para la enseñanza. No sé si sigan estos mismos predicamentos hoy en día, ya que el crecimiento de la ciudad ha sido muy grande en los últimos años, así mismo los hábitos sociales son diferentes. Ya en un mundo tan globalizado quiero pensar que las enseñanzas no son las mismas.\n\nNo puedo decir que todo fué sufrimiento el haber estado en este colegio, aún conservo muchas de las amistades que hice aquí y el nivel educativo que ofrecen este tipo de colegios es alto. El problema es cuando sales te das cuenta que el mundo nada tiene que ver con la realidad que nos ofrecían ahí en sus aulas, que ese mundo de color de rosa solo estaba ahí dentro del edificio. Y más si sales en plenos años de pubertad con cambios en todos los aspectos. A mis catorce comprendí que había familias con divorcios, que con los novios se hacía algo más que estar tomados de la mano, que había hijos de madres solteras, que se podía convivir con hombres en los aulas de la escuela, etc, etc. En pocas palabras las cosas de la vida cotidiana.\n\nEl resultado fue un poco de confusión juvenil, no me considero una persona atea ya que sigo creyendo en Dios más no cumplo los preceptos de la Iglesia Católica regularmente sin sentir remordimientos, ya dejé de creer, a pesar de no crerlo de el todo, que si no iba un domingo a misa iba a pasar la eternidad en el infierno, entre muchas cosas más que nos enseñaban en mi querido colegio. Y bueno a mis 30´s soy una profesionista soltera y todavía no soy una perfecta ama de casa.\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n
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