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PUNTOS CARDINALES\n\nEsta tarde he estado escribiéndole un correo a una amiga, en la que le hablaba de la amistad y los amigos. Muchas cosas le contaba en él. Algunas de ellas muy felices; otras muy tristes. Y es que a lo largo del camino, la vida nos va enseñando que, a veces, tomamos el nombre de AMIGO/AMIGA en vano, atribuyéndoselo a quien no lo merece, ni lo valora, ni te acepta en realidad.\n\nNo quisiera escribir ahora sobre la amistad en general, sino sólo hacerles un sencillo homenaje, en mi cuaderno de bitácora, a los muy buenos amigos que tengo. No son muchos, pero no los hay mejores. Cuando los necesité, y otros salieron huyendo, para no soportar la crisis de mi separación, ellos estuvieron ahí, dándomelo todo, su cariño, su afecto, su tiempo, su amistad. Si aguanté, si vivo, si resistí, si resucité, fue en gran parte gracias a ellos. Nunca me pidieron nada y siempre me lo dieron todo (cantaba Víctor Manuel que esa es la señal de quién es amigo de verdad). Siempre a mi disposición, con la mejor de las sonrisas, con el cariño más palpable, con la entrega más entusiasta, con el cuidado más cariñoso y leal.\n\nLes escribí un poema, un emotivo poema, que les fuí entregando a los 8 muy buenos amigos que consideré que habían sido puntos cardinales de mi vida durante el tiempo en el que todo lo demás era oscuridad, y no había sendas, ni mapas, ni señales, y sólo por ellos, gracias a ellos, pude salir adelante. Mis ocho muy buenos amigos fueron los cuatro puntos cardinales de mi mapa, y gracias a ellos recuperé el rumbo y la alegría, y salvé el barco y la vida, en mi travesía más oscura y terrible. GRACIAS por haber estado allí, cuando más os necesitaba. Y siempre.\n\n\n\n\n\n\nPUNTOS CARDINALES\n\n\nA veces se hace de noche, de repente,\ny te quedas perdido. Perdido y solo.\nTan solo como un muerto a los tres meses.\nTan perdido como un antiguo estorbo.\n\nY entonces las certezas desaparecen, todas.\nY el suelo tiembla y se vuelve oscuro.\nUn agujero que te come los pies, y las horas,\ny los sueños. También el horizonte más tuyo.\n\nTodo desaparece. Y tienes que andar a tientas.\nPorque no sabes dónde estás, ni dónde andas.\nNi siquiera sabes ya quién eres, en esta fiesta.\nY estás perdido, y lloras por todo lo que amas.\n\nY entonces surgen el Norte y el Sur,\ny lo más oscuro va y se traduce en signos.\nY surgen el Este y el Oeste, y hay luz,\ny el silencio espeso se traduce en latidos.\n\nY la tierra se hace firme, y el mar seguro.\nY puedo caminar por espacios protegidos.\nMis puntos cardinales iluminan lo oscuro.\nSe convierten en puertos, y tutelan el camino.\n\nY ya puedo trazar caminos. Sin rumbo, sí,\npero sabiendo que hay Norte y Sur,\ny también Este y Oeste. Y voy seguro así.\nHay marcas en el cielo, y noches con luz.\n\nPorque tú eres el Norte, y tú el Sur.\nY tú el Este, y tú el Oeste. Los cuatro.\nMis puntos cardinales son faros de luz.\nMe salvan del naufragio, acompañan mi barco.\n\n¿Cómo sobrevivir a la travesía sin ellos?\nSi no los tuviese, no podría llegar donde voy.\nMis puntos cardinales son cuatro luceros.\nY a veces, muchas veces, me recuerdan quién soy.\n\n\n\n\n\nAbril 2005.\n\n\n\n\nPara Chiti, Rafa, Vicente, Isabel, Mari Carmen, Pepe, Toñi y Rosi. Con todo mi afecto, con todo mi corazón. GRACIAS.\n\n\n\nUNA IMAGEN PARA EL CUADERNO DE BITÁCORA\n\nNo sé qué imagen poner para ilustrar esta anotación. Lo suyo sería hacerles una foto y colocarla aquí, pero romperíamos su intimidad. Así que estoy pensando en el símbolo más claro que representan los cuatro puntos cardinales, y en una brújula, pues ellos lo fueron para mí, cuando me quedé perdido.\n\n
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