Un chorro de agua de manantial a una temperatura de 34,6 grados convierte el baño en esta piscina termal del balneario del Gran Hotel de Puente Viesgo (Cantabria) en una fuente de profunda relajación.
Un chorro de agua de manantial a una temperatura de 34,6 grados convierte el baño en esta piscina termal del balneario del Gran Hotel de Puente Viesgo (Cantabria) en una fuente de profunda relajación.