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Para mí el tema entre Israel y Palestina es el ejemplo claro de lo que pasa cuando se cree que el fin justifica los medios. El estado de Israel se fundó (en parte) gracias al terrorismo y se afianzó por las guerras con los vecinos, guerras que muchos recuerdan. Creyendo que eso les justificaba (o justifica) los palestinos responden también matando. Ninguno tiene razón, a nadie se le puede justificar. A partir de ese punto es humano tener más simpatía por el débil, el que más sufre. Yo, cada vez más, condeno a ambos como responsables de su propia sinrazón. \n\nEl ejemplo que planteas del que mata y asume que debe ir a la cárcel comparado con el Estado está a otro nivel. Si el Estado como tal (y no individuos trabajando para él) decide tomarse la justicia por su mano, está deslegitimandose a sí mismo. Sobre todo cuando no acepta la jurisdicción supranacional que juzga si un Estado se ha extralimitado (en este caso la Corte Penal Internacional). Está en el caso del que mata desde la impunidad, sabiendo que no va a ir a la cárcel. Un Estado de derecho tiene herramientas para defenderse de los individuos que le atacan, pero esas herramientas deben estar tuteladas por las leyes vigentes y decididas por un poder judicial independiente tanto del poder ejecutivo como por supuesto del militar. Países como Israel i EEUU usan esas herramientas para sus nacionales, pero las ignoran en gran medida cuando actúan fuera de sus fronteras. Para ellos existen dos raseros, dos calidades de personas. El caso palestino es aún más sangrante pues, como estamos viendo estos días, se matan entre ellos.
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