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Siempre que hay una cumbre del G-8 aparecen nuestros amigos antiglobalización. La verdad es que no sé muy bien de qué van. Por un lado están los profesionales, como el circo Greenpeace del que se espera el numerito de rigor. Pero los otros, los que parecen chavales normales (de hecho por el aspecto podría ser uno de ellos), no sé qué han perdido allí. Creo que si estás en contra de la sociedad de consumo globalizada (que supongo que es la idea) se conseguiría más protestando contra temas concretos. O más aún ideando una estrategia coherente para usar los resortes de la sociedad de consumo para conseguir los objetivos buscados. Recordemos que el motor de esa sociedad es el consumidor. En todo caso montar la movida no es una buena estrategia y sólo sirve para que el anfitrión de turno tenga que gastarse una cantidad de pasta ridícula para nada. Hay muchas cosas de las sociedad que no nos gustan, pero si la mayoría de la gente vota al PP y al PSOE (PNV, CIU o los partidos correspondientes en cada país) está claro que está a gusto con lo que hay. Donde no gusta la situación la gente busca otras alternativas, como ha pasado en Venezuela, Ecuador y Bolivia o como en buena medida pasa con los partidos islamistas. Si en la Unión Europea la gente vota lo que vota, montando la gran bronca no se van a conseguir cambiar las opiniones. \n\nActualización (o aclaración): leyendo los comentarios me doy cuenta de que no he expresado bien lo que quería decir. Añado que lo que me molesta es esa cara del movimiento antiglobalización que se ve en las cumbres del G-8, donde muchos usan la violencia para expresar sus opiniones en contra del sistema. Yo tampoco estoy de acuerdo con muchos aspectos de nuestro sistema, pero no entiendo que se tenga que esperar a una cumbre del G-8 para expresar esas opiniones de forma violenta.\n\n\nGracias a David y peladoconlacero por sus comentarios.\n
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