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¡No vuelvas, Kowalam, no regreses porque ya nunca serás la misma! No trates de reproducir una emoción conocida... si has de volver a Shangri-La será porque ella te habrá llamado, pero, recuerda, Shangri-La no está aquí ni allí, arriba ni abajo.... está dentro de nosotros mismos y la redescubrimos expresada en un paisaje, en una flor, en el mar o en la montaña, en una persona, en una mirada, en un abrazo... en una lágrima... Shangri-La, Shangri-La, puede convertirtse en un mantra apaciguador, serenante, que nos reconduce a nuestro rostro primigenio. Nunca han existido un Edén, ni una Edad de Oro conocidos pero somos capaces de proyectarlos en el futuro en forma de Utopía: esta no es sino la proyección en el futuro del mito de la edad de oro. Llamamos mito a aquello en lo que creemos sin creer que creemos en ello. Necesitamos de algunos mitos, pero no para aferrarnos a ellos ¡son mitos!, pero como alas no de cera para realizar nuestros anhelos (an-helar, como suspirar, aspirar, como expirar tiene una etimología fascinante y sinóninmos deslumbrantes) Pero si en elpasado, nuestros ancestros, en cualquier lugar y edad del mundo, han sido capaces de exprear en forma de mito una emoción o experiencia inefable... es que existe y lo llamamos Shangri-La.\n(el hecho de que te sintieras morriñosa... ha hecho que nos con-vocaras, y quí estamos)
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