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Jack, en parte te doy la razón. Pero eso me recuerda los argumentos de gente de la iglesia que me decía que el Vaticano II fue una revolución y se necesitaba tiempo para asimilarlo, que la Iglesia Católica tenía 2000 años y tal. Pero la verdad es que ahora nadie piense que se vaya a profundizar en los cambios: una vez perdido el impulso, todo indica que se va para atrás. Del mismo modo la Unión Europea debería aprovechar el momento, este periodo de paz para construir algo más allá, sino creo que se llegará a una situación de status quo que será difícil de superar. Esa situación creo que es a donde nos dirigimos: una clara integración económica, pocos pasos hacia la política. Además, yo quiero que los cambios sean ya, dentro de 50 años seré demasiado mayor. Parece que el tiempo de las revoluciones pasó, pero no tiene por qué ser así (y aquí por revolución entiendo cambios vertiginosos, no la parte violenta). Hoy en día las cosas van más rápido, eso es un hecho. Pero en el fondo creo que tienes razón en que no hay que ser impacientes, sobre todo si queremos que la pérfida albión se una al cotarro. Saludos.
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