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El sábado estuve con mi hija mayor, de más de treinta, comprándole una nueva bicicleta, regalo de Reyes. Se habituó a andar en ella cuando estuvo de Erasmus en Bolonia. Ahora en Madrid va al trabajo en bicicleta. La pequeña, que también pasa de los treinta, se llevó la suya a Granada el fin de semana anterior por lo mismo.\nA los ocho años los Reyes me echaron una bicicleta roja y desde entonces no he parado de andar en bicicleta, siempre rojas, con frío o calor, en invierno y verano. Sólo la lluvia me retrae, aunque la primera vez que llegué a Santiago en bicicleta bajé el Piedrafita lloviendo a mares. Una carretera estrecha, llena de mierda de vacas y lloviendo, creí que me estrellaba, pero el santo de puso de mi parte y me protegió.\nCuando me jubilé me regalé una bicicleta de campo y estoy encantado. Dos o tres días en semana me voy a la Casa de Campo y es una delicia. Los domingos salgo con la de carretera con los colegas de la peña.\nSalud.
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