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Gracias Jampuerta… pero no tengo mucha fe en que la cosa funcione, se me cae el pelo desde los 16. Por este cuero cabelludo han pasado cienes de ungüentos que no han modificado la herencia genética. Ya a los Veintitantos deje que la naturaleza capilar siguiera su curso…\nEfectivamente la lucha contra las trasnacionales no acaba en una cooperativa mas o menos exitosa y, efectivamente, lo relatado no es más que un esbozo de la realidad que viven allí, día a día, mientras que yo ya me vine a mi “inigualable modernidad” (y, probablemente el que me lea, lo hará desde su “modernidad” particular). Pero allí continúa aquella realidad, con la crudeza que arrastran las realidades cuando se viven desde dentro. No es mi caso pero los miembros de la ONG que organizaron el viaje nos mandan periódica información sobre como van las cosas por allí. La semana pasada recibí el E-mail de que habían vuelto a revocar la concesión a la minera y resumidamente (como a mi querida Marga le gusta) lo he plasmado en este post.\nYa cuando estábamos allí había una nueva empresa (supuestamente ajena a la minería) que estaba haciendo trabajos de prospección en la zona de Junin. Y los trabajadores eran los hijos de los que hasta ayer habían estado luchando contra Aciendat Cooper. La lucha, de hecho, fue desigual desde el principio. Intentaron todo tipo de subterfugios para desmovilizar a los campesinos. Desde comprarlos a base de talonario (empezando por los cabecillas de las movilizaciones) hasta con el uso de las armas enviando mercenarios a los núcleos mas abruptos de la reserva para que arrasaran con los bosques; muerto el perro, se acabo la rabia… si ya no hay ecosistema que proteger, no hay movilización para defenderlo… Consiguieron dividir a varias comunidades, incluso gentes de la misma familia estaban enfrentados, unos a favor y otros en contra de las mineras. Esas heridas aun no se han cicatrizado… la balanza sigue estando a favor de la trasnacionales… pero ellos no se rinden. \nLa historia de esta comarca esta llena de luchas contra viento y marea, son gentes que no se amilanan y que aunque las pisoteen una y otra vez, se levantan, a cada vez con mas fuerza. La historia de cómo las mujeres de El Rosal consiguieron la formula de el jabón que ahora comercializan, es también de las de escribir un libro. Ninguna lucha es fácil, y menos cuando no hacen mas que zancadillearte, pero tesón y arrojo n o les falta y eso juega en contra de las mineras… El final de la lucha lo tendrán que escribir desde allí… \nA ver si hago un pequeño video-resumen de una grabación de los enfrentamientos del 2006 entre los mercenarios y los campesinos de las comunidades de Intag. Es revelador ver cómo, aun con el miedo traspasando la pantalla de TV, se enfrentaron pacíficamente, con astucia y con un sentido de la justicia que hace prevalecer un pequeño haz de esperanza en que las cosas se inclinen a favor de estas comunidades ecuatorianas…\n¡Joder! ¿Me habrá subido la birra que me he tomado?\n
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