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Anda, Xarbet, no te pongas a hablar delante del espejo a esas horas de la mañana.\n\nNo, en serio, te agradezco lo que dices y cómo lo dices (pero sólo te lo aguanto a tí, que nadie más se apunte).\n\nLa obra profesional de un arquitecto normal está sujeta a muchas limitaciones (presupuesto, caprichos del cliente o gustos del mercado, limitaciones del constructor, muchas veces, previamente elegido). Pero en este caso no ha sido así. Ni presupuesto limitado (sólo lo impuesto por la lógica y la prudencia), ni imposición de gustos personales del promotor (es una ventaja de la obra pública) ni limitaciones constructivas pues en el concurso de empresas participan las que tienen medios suficientes para desarrollar cualquier obra.\n\nLo bueno o lo malo de este proyecto ha dependido exclusivamente de mí. Por eso puedo permitirme no echar culpas de un mal resultado a ninguna fuerza exterior. Empecemos:\n\nLa perdurabilidad en el tiempo: Consideré que los polideportivos actuales sustituían a las antiguas iglesias. Por eso intenté que fuera digna y no sólo "funcional", elegí el ladrillo por su calidad de envejecimiento y por eso interior y exterior tienen el mismo tratamiento. Para que dentro de 100 años sigan conservando el aspecto inicial. Huí de pinturas y revestimientos pues envejecen mal.\n\nEl espacio interior: Castelló d'Empúries tenía por aquel tiempo 3.000 habitantes y ese polideportivo debía ser del tipo de módulo más pequeño. He observado en la mayoría de edificios de este uso y tamaño que la arquitectura consistía en una caja cerrada por tres lados, con las gradas encima de los vestuarios. Los minusválidos a pie de pista.\nMe propuse unas gradas sólo ligeramente elevadas respecto de la pista. El acceso a las mismas es una rampa accesible a todos que además permite doblar el aforo pues goza de buena visiblidad. Tras las gradas unas generosas aberturas que permiten visibilidades mutuas desde el interior y desde el exterior (desde el paseo podría seguirse un partido).\n\nEconomía: Partí de la base que debía ser económico por tratarse de dinero público. Tratar los interiores como fachadas, rodear la pista con gradas, proyectar múltiples aberturas no proporciona el proyecto más barato pero sí, para mí, el más económico pues proprciona más por menos dinero. La estructura es muy sencilla y no tiene alardes que la encarezcan. El visillo que menciono en el texto, sin esconderla, reduce su impacto de nave industriual, los pilares que reducen las dimensiones de las vigas enriquecen el espacio creando una calle tras las gradas.\n\nY un último apunte respecto a los términos gusto y calidad. En mis conversaciones con clientes intento separar "lo que gusta" de "lo que está bien". Lo que gusta puede ser flor de un día, lo que está bien permanece. Intento convencerles que si una obra está bien, les gustará cada día más (no creas, he convencido a más de uno).\n\nUn abrazo, Xarbet.
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