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Quizá no, pero ¿por qué no?. El palacio de los Dux y la iglesia de San Marcos ¿no son tan sumamente diferentes que, si en su dia hubieran querido proteger el entorno artístico de la iglesia, no existiría el palacio con su aspecto actual y, mucho menos, el Campanile?.\n\nSi una obra de arquitectura tiene valor en sí misma ¿no puede compartir presencia con entornos considerados clásicos?. Sé que estamos hablando de puentes, pero cualquier puente importante es un cambio de escala y de orden formal con el entorno arquitectónico que lo rodea, ¿debe disimularse su impacto para adaptarlo, para disimularlo, para hacerlo menos transgresor con estilos antiguos pero ya pasados?\n\nEl puente de Zaha Hadid me parece tan bello que sentiría que una ciudad tan bella como Venecia no pudiera permitirselo. También creo que a lo largo de los años el número de transeúntes que lo recorriera (en el fondo, su máxima justificación) y la importancia de sus exposiciones (que justificarían sus 4000 m2 de espacios creados por la estructura) sería desproporcionadamente superior a los de los que lo recorrerán y disfrutarán en Zaragoza . Por eso me permití esa aparente propuesta escandalosa que justificaba su posible emplazamiento veneciano en contra de su emplazamiento actual pues, sin esa función indispensable de uso ejercido, queda huérfano de justificación, exento de esa "utilitas" vitrubiana, aunque ande sobrado de "venustas" y "firmitas".
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