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... Porque ese es el peligro de ser excesivamente confiado. Que te digan "¡A ver qué dia me haces una cocina!" para acabar, como yo, recorriendo una y otra vez fabricantes de equipos y mobiliario sin saber lo que busco pues siempre que he querido concretar "¿qué cocina? ¿cómo la quieres?" la respuesta la he encontrado escrita en el viento (Dylan se inspiró en este suceso).\n\nCreo que la elegancia es indefinible o que se define con la conducta no con las palabras. Como palabra, sí puede definirse pero creo que cada definición conllevaría un juicio de valor sobre la misma y la verdadera elegancia tiene un espectro tan amplio que cualquier visión parcial iría en menoscabo de su concepto. En el vestir, una persona elegante puede ser un impresentable social. En un interior, unos muebles exquisitos pueden haber sido elegidos sin ton ni son por un decorador, siendo ajenos al usuario. En una casa, un edificio bello puede ser fruto del proyecto de un arquitecto al que le han entregado una foto pidiéndole que haga una igual.\n\nCreo que la verdadera elegancia es el todo y no cada una de las partes. No puede definirse, debe ejercerse.\n\nMe alegro que tu casa te parezca bonita. Ésa es, por tu parte, la elegancia de la que hablaba. \n
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