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Amigo Daniel, si la inocencia acompaña a la falta de rectitud es que ésta es inconsciente. Si así fuera no existe dolor sino satisfacción del deber cumplido (como en las guerras). Si la falta de rectitud es consciente, existirá dolor pero faltará inocencia.\n\n¿No te gustaría más sustituir la inocencia (muy difícil de encontrar, por otra parte) por la conciencia? A mayor conciencia, mayor dolor (y vicevuelta).\n\nAprovechando tu aplicación y teniendo en cuenta que también debe servir para los contrarios, considerando como tales, dolor/placer y conciencia/perversión, ¿qué os parece?:\n\n"El valor de nuestro placer es equivalente a nuestra falta de rectitud multiplicada por el cuadrado de nuestra perversión" \n\n
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