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Es un gran dilema el que planteas, Lorenzo. Hubo un tiempo en el que viajar le era permitido solamente a algunos, gente muy rica, aventureros geniales o locos maravillosos. Hoy en dia, cualquier pijo puede juntar unos billetes y pisotear lo que le apetezca ¿que hay restricciones ecológicas? Paga más y entra. ¿Restricciones por la situación política? Consigue el ejército lo acompañe. ¿Restricciones económicas? Le cobra el doble al cliente estúpido que le tocó en el último trabajo y ya está. Que cada cual se apunte a la cola que le parezca más apropiada. Es un privilegio estar en esas islas, lo sé de primera mano, ni yo, blanquita del norte me lo podía permitir y, como ya te dije, me conformé con las islas frente a Puerto López.\nLos ecuatorianos tienen algo muy valioso y, espero, por su bien, que sepan protegerlo y cuidarlo.\nPor otra parte, me siento mal, viendo lo que hemos hecho con nuestro Mediterráneo, queriendo dar lecciones de salvar el planeta a nadie. Un saludo.
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