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Corazones tocados..\n Lo siento mucho, la pérdida de alguién que forma parte de nuestra vida es muy dolorosa, da igual a quién se pierda, porque al final se trasladan los dolores. Si muere el marido de tu sobrina, te afecta...claro, pero mas por el dolor mismo que ella y los suyos están padeciendo de forma mas directa, por su pérdida, nuestras cabecitas trasladan ese dolor a nuestro ser como si lo padecieramos nosotros mismos. Sufres por el dolor de los tuyos..\nLlevo dos años viviendo eso que has descrito,las caras rojizas, los ojos llorosos, las gargantas secas....Dónde yo vivo, velamos durante 24h un cuerpo, sin descanso, las noches...cuando la gente se ha ido y queda solo la familia, son cuanto menos curiosas, los cuerpos están cansados, tristes, llorosos, (asi como los bebes se quedan dormidos después de una buena barraquera)...el propio cansancio hace que cierres los ojos, el sueño te vence...y no quieres dormir, parece que hay que aprovechar hasta el último momento con el que se va..Que forma de despedirnos, con los ojos cerrados y el corazón abierto!\n El último velatorio fue el de mi tio..hace dos semanas, en tres años llevamos tres...cuando ya parece que no puedes mas, que no puede pasar alguna desgracia mayor....pasa otra.\n Dicen que nadie se muere de pena, yo creo que si...mi tio perdió a su hijo menor hace dos años, tenía 26 años, desde entonces él "murió en vida", estaba paralizado, su cuerpo optó por una posición en la que se mantenía por horas, su mano en la frente..y con su gorrita gris tapando cualquier rasgo de sus ojos...ni quería ver, ni ser visto. Su cuerpo que siempre fue débil...terminó por padecer una enfermedad de estas que están muy de moda, diagnosticada una semana después de que muriera por edad y por inteligencia el pilar de nuestra familia, su madre, mi abuela. Un amigo médico me dijo que "somatizó" la enfermedad, que su cuerpo no quiso luchar...será...no sé, lo que si sé que es mi familia perdió un hermano, un hijo, un primo, un sobrino, un tio...Y entre tanto acontecimiento a ella ni la sufrimos, fue el consuelo de la naturalidad de su muerte, de sus 90 años y del la tranquilidad de que moria sin conocer que su hijo iba detrás..\nLlevo un tiempo mas que aturdida...llevando a cabo la única moraleja positiva que se puede sacar de esto.."Carpe Diem", aunque sea con lágrimas y recuerdos, aunque a veces ni estos consuelen. Nos quedaremos con lo bueno de lo malo...
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