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Acabo de pasar bastantes días en un trocito muy pequeño de Cataluña donde he vuelto a renovar el relativismo que producen tanto los grandes viajes (¿por qué grandes?) como los pequeños (¿por qué pequeños?). Desde allí se aprecia la variedad y los contrastes que dentro de la propia Cataluña existen, como se comprueban cuando se recorre España. He podido observar que esa misma variedad y contrastes no es lo que más llama la atención a los extranjeros, sino que se identifica España con algo casi indefinible pero de gran personalidad.\nSiempre recordaré la expresión de sorpresa y perplejidad que, hace muchos años, pude ver en un joven suizo sentado a mi lado en un tren que iba de Barcelona a Madrid; me comentó, tras salir de Cataluña y comprobar la aridez de las tierras aragonesas y castellanas, que le parecía increible no ver nada verde en tantísimos kilómetros.\n\nGracias y saludos.
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