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MARION: Vuelvo a lo del caos que no es sólo patrimonio de Ecuador. Te dije que tenía que ir al consulado. Fui esta mañana. Siempre me sorprende (aunque ya no debería) por su ineficacia, su ineficiencia, su… bueh… Pero hoy me hicieron la pregunta más insólita que me podrían haber hecho en una renovación de pasaporte: “¿Qué estatura tenés?” [8,SEP,] … “1.50”… “Ajá”… Desconozco el significado de ese ajá y de las implicancias de mi altura en la renovación del pasaporte…\nPor supuesto, el trámite que tenía que durar una hora se extendió tres. Al fin, me llamaron para entregarme el pasaporte y cuando me estaba yendo un señor que estaba esperando detrás de mí, me dijo: “Hasta luego, Leticia”. Lo miré extrañada porque no lo conocía y me aclaró: “No. Yo, de simpático nomás” “Ah”, dije, me reí, lo saludé y me fui pensando: “Y sí. Somos argentinos”. El consulado, su personal y los que allí estábamos. Cincuenta metros cuadrados de “argentinidad al palo” en el centro de Barcelona.\n
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