LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_AA-ALBORS-ARQUITECTO_2008_1_7_UNA-ARQUITECTURA-LIMPIA

Tras ofrecer una imagen un tanto fatalista de nuestro entorno arquitectónico y como contrapunto, querría complementar los escritos de “Arquitectura contaminada” y “Arquitectura contaminada (II)” que figuran en este blog, con un enfoque más optimista. El estado de ánimo al escribir esos dos escritos correspondía al producido por la rabia de observar cómo nuestros pueblos y ciudades se degradan sin necesidad debido a la desidia de profesionales interesados en sí mismos. A la rabia de ver cómo estos pueblos y ciudades han ido perdiendo sus señas de identidad para dejar paso a imágenes llenas de tópicos y pretensiones. \n\n

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Pero no todo el monte son zarzales. Hay una arquitectura válida, silenciosa. Basada en el trabajo razonado. \n\n

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Plutarco decía “Para saber hablar es preciso saber escuchar” y Antonio Machado, por su parte, completaba “Para dialogar, preguntad primero; después... escuchad”. Y estos dos principios, que son esencialmente el mismo, son los que muchos arquitectos aplican al realizar sus obras. Pero el verbo escuchar no debe aplicarse a la bolsa de los denarios sino a las personas que habitarán o se moverán en esas obras. Al lugar, a su historia, a su clima, a su cultura. \n\n

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Vemos, con demasiada frecuencia, edificios que bien podrían estar en cualquier otra parte del mundo, que son mero resultado de aplicar modas o mediocridades comerciales que proliferan en él. Un ejemplo: algunos clientes, movidos por fotografías espectaculares de espectaculares revistas, me piden ilusionados, sin saber lo que piden, grandes claraboyas en techos mediterráneos, que convertirían los interiores de sus casas en un infierno. \n\n

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Hay una arquitectura limpia, sin disfraces, sin modas artificiales o interesadas. Las fotos que encabezan este escrito son una muestra. Son casas de Coderch proyectadas alrededor de 1960 pero que conservan toda su vigencia y que son un ejemplo de Arquitectura limpia.\n\n\n\n