\n\nEn muy contadas ocasiones hay personas que irrumpen de un modo insospechado en el curso acostumbrado de nuestras vidas… Llegan sin avisar, sin que apenas podamos dar crédito a la magia que nace en esa atmósfera compartida de risas, llantos y tantas tantas historias y canciones… Algo tan increíble que pareciéramos vivir un sueño, como si de pronto y sin ánimo de luto, llovieran flores amarillas… \n\n\n\n
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\nHace varios días que llegué de mi viaje a Perpignan y Barcelona, un viaje programado pero no exento de bellísimas sorpresas… Decidí viajar en tren… Como sabéis, me gustan los trenes, el movimiento fugaz de los postes de luz que se suceden y se doblan como palos de regaliz… \n\n\n\n\n\n\n
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El ruido de los trenes me adormece... El rumor de las conversaciones ajenas y el sobresalto de una voz metálica que anuncia la próxima estación... De Montpellier a Perpignan en TGV, poco más de una hora de viaje que disfruto mientras leo "Cien años de soledad"... Se nos anuncia el final del trayecto... Pero yo sé que en realidad todo final es el principio para una nueva aventura.\n\n
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\nPERPIGNAN... \n
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Nada más llegar observo que las calles de Perpignan perfilan barrios muy distintos… Desde el centro, limpio y aburguesado, a las calles empinadas en las que viven los árabes y los gitanos, con la ropa tendida colgando de los balcones y los muros de cal deshaciéndose a gritos… Los barrios populares tienen una autenticidad que ya no existe en los edificios del centro… En ellos se respira la vida y el cansancio, la derrota y la felicidad. Todo lo observaba desde el coche, con una lluvia miope en los cristales. Sé que volveré pronto, quizás la semana próxima o la siguiente... Y entonces tendré más tiempo para ver las contradicciones de una pequeña ciudad que siendo francesa, se siente tan catalana y española que de nuevo me confirman que las fronteras políticas son sobre todo eso... políticas..\n
\nLlegamos a la casa, y la charla se extendió hasta que llegaron los amigos que faltaban. Y a partir de ese momento todo fueron risas y alegría.. Gente estupenda, con ganas de vivir. \n
La noche del sábado hice un gran descubrimiento culinario... Probé el Cassoulet… (Sí!! Después de 3 años en Francia y no lo había probado aún!!) Será porque no suelo comer muchas habichuelas blancas, tan efectivas para los conciertos de percusión (ejem, ejem!!!) pero he de reconocer que el cassoulet de Fatima (por muy oriental que sea, jeje) es para mí LA referencia del cassoulet… Ñam.. ñam… Después sólo hubo risas, vinitos, música, guitarra, más risas, más vinitos, el postre de Sambra (riquísimo!), sueño, cansancio, música, silencio, silencio... y a dormir. Un día perfecto, memorable. (Graciaas!!)\n
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COLLIOURE\n
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Al día siguiente…. COLLIOURE… Un precioso pueblo de pescadores convertido en un paseo entre flores, piedras, artistas y veleros… Os presento a los amigos compañeros de este hermoso viaje… \n\n\n
\nÚltimamente me estoy aficionando a la fotografía. No sé si es porque gracias a muchos de vosotros estoy empezando a interesarme por las formas de mirar, por esa magia de captar en unos instantes la perfección de un movimiento que ya no existe, tan etéreo y fugaz como la propia vida. Tomar una fotografía no es fácil... Cuando sin saberlo le exiges más de la cuenta, todo se te escurre, se te deshace como los famosos relojes de Dalí… El tiempo ya no existe. Ni siquiera la materia. Ya no existe ni lo que creías que podría ser. Y al igual que en fotografía ocurre con algunas personas. Quizás algún día aprenda de verdad a saber qué es lo que buscamos los unos de los otros, por qué el silencio es para algunos la excusa y la fórmula perfecta para romper y acabar con todos los relojes...\n\n
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\n\nVolvamos a Collioure... Como es costumbre tratándose de mí, olvidé mi cámara (la que es más mala que un dolor…), pero me dejaron una canon con la que pude tomar algunas fotografías... Esto es solo una pequeña muestra de lo que podéis encontraros por allí....\n
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El antiguo puerto de pescadores es hoy un paseo de terrazas y puestecillos de artesanía, donde todo está preparado para que cada imagen tomada sea la postal perfecta... La que todos querríamos enviar como prueba irrefutable de que hemos pisado ese lugar con nuestros propios ojos... Las barcas, los balcones al mar... Las yedras enlazándose por entre los muros grises hasta hacerlos verdes, muy verdes. Y los azules intensos del mar, azules en el cielo y en los postigos siempre abiertos de las casas...\n
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Siempre me ha gustado el color anaranjado de la herrumbre, del hierro oxidado por la humedad del mar. Es como si en realidad el mar se sumergiera silenciosamente contra los muros, contra los barcos y las antenas... Contra todas las superficies rozadas por ese aire húmedo que huele a nácar y a sal...
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\n¿Y quién no querría recibir sus cartas en este buzón? \n
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\n\nCollioure está lleno de rincones así... Es como si el lugar de cada piedra y cada planta estuviera pensado para que en todo momento una luz perfecta difumine sus contornos...\n
\nAbajo, las orillas, con la cúpula, los tejados y los faroles...Nunca había visto unos faroles así, como viejas lámparas de aceite...
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Y de nuevo el mar azul, el cielo azul, los veleros y la marea creciente entre las rocas...\n
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\nTras comer y echar una siestecita en las piedras de la playa y visitar unas cuantas galerías de arte, fuimos a tomar un "petit café" a "Les templiers"... Por cierto que Dalí estuvo en este bar, y Picasso, y tantos tantos artistas… No había un solo hueco en la pared, por todas partes había cuadros, óleos y pinturas... Sentidos homenajes de pintores…ejem, ejem, a la vista y al alcance de todos... Reconocí un Tapies y un Picasso... Pero las manos las tengo cortas y la conciencia muy larga... jeje Así que me quedé observando el cuadro comprendiendo cómo pudo ser tan fácil para algunos "raptar" "El grito" de Munch... \n
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\n\nEn fin...un día increíble en compañía de unas personas maravillosas... (Muchísimas gracias! sois increíbles!!)\n\n\n\n
(Merci beaucoup, vous êtes incroyables et merveilleux!! BISOUS!!\nJe vais essayer de traduire le post pour que vous puissiez le lire.. Mais dans quelques jours... lol... Maintenant... "Ça, c'est pas normal... "Il faut que je fasse quelque chose..." jajaja... Prochainement... Exlibris aussi en français... Bisous et merci...)\n\n\nY al día siguiente… BARCELONA…
BARCELONA\n
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¿Qué podría yo decir de Barcelona que suene a nuevo, que no esté ya dicho? Sería difícil encontrar palabras para describir lo que esta ciudad me da… Siempre que voy a Barcelona procuro levantarme temprano, salir a la calle, tomar un café… Y sentarme a ver el bullicio rotundo de la vida que recorre sus calles con la misma velocidad que el oxígeno recorre nuestras venas… \n
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\nLo mejor de todo, como siempre, mis sobrinos… Son el mejor regalo en todos mis viajes… Aunque esta vez no pude disfrutar tanto con ellos como me habría gustado: debía hacer varias gestiones de documentación en varias librerías técnicas y en la cámara de comercio… Entre tanto y tanto, largos paseos a pie por la ciudad condal, desde las ramblas a la diagonal, pasando por mi siempre visitada sagrada familia (chaparrón de agua incluido y sin paraguas…) seguido de un cataclismo en mi cuenta corriente tras haber arrasado en las estanterías de la FNAC... \n\n
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Me crucé con unos gigantes el día de la Mercé, justo al salir del metro.. y con una montaña de zapatos para protestar contra las minas antipersona en la plaza Catalunya... ¿Qué más puedo decir? Me encanta Barcelona...\n
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En fin... no quiero extenderme más en este larguísimo post... Desde el tren que me llevaba de vuelta a Montpellier, volví a pasar por Perpignan, por Collioure... Y aunque lo tuve presente en muchos momentos, volví a acordarme de Antonio Machado... Allí sigue su corazón herido bajo tierra, soportando el peso de nuestros pies y el latido incesante de las olas...\n
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Justo en el instante en que el tren anunciaba su marcha y los edificios comenzaban a moverse, comprendí que llegaría el final de mi viaje... Y volví a comprender la importancia de intentar lo que realmente nos hace feliz en esta vida. Muchos no lo lograron... Muchos no lo logran... Sus cuerpos siguen latiendo en medio de la muerte batallando por una eternidad tranquila... Muchos fueron quienes traspasaron las fronteras huyendo del horror y encontraron la muerte... Pensando en Antonio Machado me acordé de todos los refugiados anónimos... Y de todos los que tratan de cruzar una frontera para tener una vida mejor aun a sabiendas de que su cuerpo podría acabar prendido para siempre entre las aguas del Atlántico y el estrecho... Al ver que el tren tomaba velocidad y que los postes de luz volvían a doblarse, comprendí la importancia de tener un lugar al que volver. Y me sentí muy feliz por poder elegir mi camino... Por la libertad que respiro cada día... Y sólo quisiera que absolutamente todos los que habitamos este mundo pudiéramos siquiera dar un paso hacia delante sin miedo a perder las alas...\n
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Sí, en muy contadas ocasiones las personas irrumpen de un modo insospechado en nuestras vidas y nos reconcilian con la magia de vivir. Por eso os quiero agradecer a todos vosotros vuestras palabras, vuestro cariño y vuestro tiempo... Muchas gracias, de corazón.\n
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El tren reducía su velocidad... La voz metálica que anunciaba la llegada a Montpellier se despedía de los viajeros al mismo tiempo que yo terminaba la lectura de un capítulo de "Cien años de Soledad"... José Arcadio Buendía, el patriarca de las siete generaciones acababa de morir, y su muerte venía anunciada con una tempestad de flores amarillas... Cerré el libro, entre el estrépito de maletas, sabiendo muy dentro de mí, que lo real sigue siendo absolutamente maravilloso y que la vida está llena de momentos en los que, sin ánimo de luto, parece que llovieran miles de flores amarillas... \n
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Un abrazo muy fuerte a todos.\n
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