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Santiago es uno de esos escasos amigos que te alegran el buzón con escritos que no son publicidad. Este texto, sin embargo, me lo envió por correo electrónico. Me gustaría que lo disfrutáseis vosotros también.\n\nBERLÍN, EL ARTE DE VIVIR\n\n"He tenido la suerte de pasar unos días de este verano en Berlín. También en Dresde- sólo un par de días-, otra maravillosa ciudad, pero prefiero centrar mis comentarios e impresiones en la primera, que da para mucho. Lógicamente, sólo puedo esbozar unos rasgos que a mí me han resultado importantes. \n \nFoto: El País\n\n
 Acaso lo que más impresiona de esta hermosa ciudad es su efervescencia vital, el movimiento pacífico y silencioso de una masa que se desplaza constantemente de un lado para otro, a todas horas y en todas partes, pero en un clima agradable y llamativo de armonía y de bienestar, de admirable convivencia cívica. Quienes llevan tiempo viviendo en Berlín –algún amigo español con el que estuvimos- reconocen que Berlín no es una ciudad estresante, sino todo lo contrario. Yo creo que este es el mejor logro de sus autoridades y responsables, con la colaboración de los ciudadanos: hacer que una ciudad de estas proporciones se mantenga “habitable”. \n \nLa parte estrictamente monumental -la isla de los museos, etc.- resulta más agobiante, pero es de una calidad y un valor que impresionan, suntuosa y espléndida. La lista de cosas a destacar sería interminable. La pequeña y deslumbrante imagen de Nefertiti, por ejemplo, las colecciones de pintura antigua y contemporánea de distintas galerías, el museo de Pérgamo, el conjunto armónico de la mejor y más depurada arquitectura moderna en Postdammerplatz, la vista de Berlín desde el Reichstag (Parlamento)... Algunos de los lugares más “famosos” de la ciudad –la puerta de Brandeburgo, Alexanderplatz- son más emblemáticos que bellos, pero tienen un profundo valor simbólico. \n\nPero Berlín nos son sólo sus monumentos, sino todo un estilo de vivir, de estar, de pasear, de tomar un café tranquilamente en una terraza, de disfrutar de sus parques interminables, de contemplar a los niños, de dar un paseo en barca rodeando la ciudad, de aprovechar unos medios de transporte (los suaves y elegantes tranvías!) silenciosos y puntuales, de cruzarse con la nube de ciclistas que no molestan ni son molestados... \n \n El pasado dramático de Berlín gravita intensamente sobre la ciudad, y sus habitantes no renuncian a él, no lo rechazan ni lo ocultan. El monumento al holocausto –sobrio y casi esquemático, si puede hablarse así- transmite un agudísimo sentimiento de opresión; el museo y el barrio judíos son densamente sugerentes, en sus rincones y patios interiores, en sus viviendas desaparecidas y sustituidas por esquelas con nombres y fechas... Los trozos del muro que sobreviven –con innumerables fotos y documentos atestiguan un tremendo pasado que es presente. \n\nTambién el amplio barrio turco es un contrate frontal con el Berlín rubio, rico y civilizado. Berlín es la ciudad de la amplitud y la pluralidad, saturada de reclamos y sugerencias, de perspectivas, de información, de juventud vibrante, adornado todo ello por el lenguaje evocador y armonioso de las campanas, bajo la sombra de los tilos, una ciudad planificada y precisa, pulcra, ejemplarmente reconstruida y unificada, que respira solidez y calidad, donde se percibe y se practica el arte de vivir. Y que debería ser una referencia y un estímulo para todos."\n\nSantiago Sánchez Torrado\n______________________\n*\n \n \n\n
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