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Asturias es una suerte de tierra de promisión donde hay un poco de todo. No me extraña que José Luis Garci diga que rueda sus películas siempre aquí porque aquí encuentra de todo. Tiene razón. Y en mi caso en particular, porque funciono con pilas fotovoltáicas que se solo se recargan con la luz del Mediterráneo... si no, no me importaría irme a vivir a Asturias. \n\nOs dejo tres recomendaciones de cosas buenas que vi y que viví esta semana pasada en Asturias:\n.\n\n
UN POTE\nEl que hace Toñín en la Nueva Allandesa, en Pola de Allande. Toñín es uno de esos torbellinos de carácter que te envuelve con su buen hacer y su simpatía. Nada más sentarte a la mesa aparece con unos chorizos allandeses y te va cortando rodajas mientras te da palique y te explica los manjares que tiene ese día en el menú. Manjares como el pote asturiano: berza, patata, alubias (pocas) y compango de morcilla, chorizo, tocino, costillejas.... y yo qué se cuantas kilocalorías más. Para resucitar a un muerto... y para echarse luego una hora de siesta. Allande es uno de los concejos más remotos, despoblados y bellos de Asturias .\n.\n.\n\n UNA CASONA\nUna de las mejores ofertas en calidad-precio para alojarse en Asturias son las casonas, un club de calidad que engloba a 58 hoteles rurales con unos altos estándares de calidad y confort y que además están ubicados en edificios históricos, en parajes de especial interés o tienen una arquitectura singular. He dormido en muchas casonas y en general me han gustado todas. La última que probé: La casona de la Paca, un caserón de indianos de 1877 en El Pito (el Versalles asturiano), perfectamente rehabilitado, con una habitaciones primorosas de estilo colonial y una galería para leerse allí las obras completas de Pío Baroja. \n.\n.\n\n UN PUEBLO\nCudillero. No es ningún descubrimiento: es uno de los pueblos más turísticos de Asturias . Y con razón. Pero la estampa de sus casas abalconadas sobre una empinada ladera que cierra el puerto como un abrazo maternal y protector es para caer enamorado. Aunque en temporada alta las hordas de turistas lo trivialicen todo (recordad: turistas somos todos).
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